Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los "cómos". Friedrich Nietzsche

viernes, 26 de marzo de 2010

OASIS El FAYUM y WADI AL-HITAN (desert whales)



El Fayum o El Fayún (en idioma árabe Al-Fayyum: الفيوم tierras pantanosas)
El Fayum es un inmenso oasis del desierto de Egipto, que se extiende por debajo del nivel del mar dentro de una enorme depresión del desierto Líbico y que comprende un oasis casi circular. Se encuentra a unos treinta kilómetros al oeste del Nilo. Con una extensión de 1.270 km², sus campos son abonados e irrigados gracias a un canal que proviene del Nilo, el Bahr Yussef "Canal de José", que discurre durante cientos de kilómetros casi paralelo al río, por una depresión del desierto situada al este del valle, una gran superficie de agua dulce en la antigüedad, pero actualmente de agua salada y dimensiones más reducidas. El canal fue originariamente un proyecto de irrigación de los faraones tebanos. (Grande Wiki!!)
Localización googlemaps
Aclarado esto tengo que señalar que por fin, no sólo hice mi primera visita cultural, sino que además salí de El Cairo, tras dos meses “atrapado” en esta inmensa ciudad. Y lo de visita cultural lo digo porque uno de los motivos de ir al oasis era acercarnos a ver el desierto de ballenas, patrimonio de la humanidad de la UNESCO donde hace miles y miles de años... había un mar con ballenas que al secarse ha dejado al descubierto uno magníficos fósiles, que todo sea dicho de paso, para un ignorante como yo, tampoco es que fuera gran cosa, aunque he de reconocer que están muy bien conservados. Pero el desierto sí, la inmensidad del desierto siempre merece la pena.

Este es uno de los tantos desiertos que visitaré este año… ¿y cuántos hay? Pues por aquí cerca tenemos el desierto de ballenas, el desierto blanco y el desierto negro, el desierto de arena y el desierto rojo (en Jordania). No está mal, no?


Nos fuimos un nutrido grupo de 18 españoles en una furgoneta. Tras unas 3 horitas de viaje y soportar la típica escolta de policías aburridos que haciéndote creer que te acompañan por tu seguridad no hacen más que alegrarse el día aburrido que tienen mirando a las españolitas e intentandose sacar alguna propina, dejamos las cosas en nuestro “resort” privado con playa-oasis y de allí directos al desierto. Ah, muy bueno el truco de parar en una gasolinera a supuestamente llenar el depósito y cuando el coche de uniformados estaban todos desperdigados, pues a correr y a dar esquinazo. Sé que esto suena raro, pero hay que vivir aquí para entender cómo funciona esta gente y cómo se hacen las cosas. Por supuesto la zona era 100% segura, aunque esto desde España tampoco se entienda… y es una pena, la verdad.

Ir en furgoneta al desierto tiene de malo que te haces 50 kilómetros en yo qué sé cuántas horas dando saltos a 20 km por hora, y hacer caso de una web egipcia de un resort tiene de malo también que cuando llegas allí de la misa la mitad, y las caras eran un poema. Pero como había materia prima para pasarlo bien, pues así hicimos, y lo pasamos genial. Lo que está claro es que por 30 euros incluyendo transporte, comidas, refrescos a go go, té, alojamiento en cabañas de dos camas con baño y tv, playa (algo así), camellos (2), caballos (2), perros (1,5), palas, fiesta nocturna, tickets para el desierto, etc etc etc, no le vamos a pedir peras al olmo. Eso sí, el calimocho y las cervezas que se nos quedaron cortas iban aparte.

Al desierto llegamos liquidados de tanto viaje y calor, pero allí había ganas de sobra para patearse aquello y tras volver a nuestro hogar disfrutamos como enanos de un grupo “flamenco” que nos pusieron allí con sus palmeros dándolo todo, pandereta de 10 Kg, flauta y palante. Nuestro gran Luis por supuesto dio el do de pecho con su Hit “chucuchaca” y su guitarra y Fátima se dio un lote de bailes orientales entre tanto “beduino” que todavía no se le ha quitado la sonrisa de la boca.

La mañana siguiente mucha playa y primera experiencia en camello. Las fotos de cani en bañador y sin camiseta con gafas de sol en camello no son muy normales, pero es lo que hay, a mi me apareció el camello cuando estaba tomando el sol, qué le voy a hacer. Mejor que bañarme al lado del caballo haciendo sus cositas...

Lo mejor ver a ese Javi de primerizo con su caballo (por su tamaño más bien pony, ejejje) que cuando éste se puso a galopar por la cara lo veíamos todos en una especie de ciénaga cayendo de bruces, y eso como mal menor… el susto nos lo llevamos todos y él yo creo que todavía lo tiene, aunque las risas fueron buenas.

Otra cosa, veréis una foto de dos egipcios en una moto... si si... atravesando el desierto, a tomar por saco de todos sitios, sin luces en la moto... una travesía de 2 horas a esa velocidad, como para quedarse tirado.... ¿no? jaja. Es lo que tiene trabajar en la cafetería del desierto.

Sin más, tengo que agradecer a Luis, Noelia y Pepe como tiradores del carro y a Effat por su paciencia en la traducción.
fotos
Lo mejor: La compañía de todos, fin de semana muy divertido ante todo.

Lo peor: La próxima vez, en 4x4 al desierto, ¿no? Jeje.

domingo, 7 de marzo de 2010

El Portal


Hola a tod@s.

Siento haber tardado tanto en escribir pero es lo que tiene el no cobrar un sueldo por esto, ;-). A cambio, os dejo otro "pezzo", a digerir en varios días.

Hoy quería comentaros algunas cosas sobre el portal donde vivo y por supuesto dejaros algunas instantaneas para recrearos la vista. Vivo en un barrio que se llama Zamalek, el cual no es más que una isla en el Nilo, situada en medio de todo (o en medio de nada, según como se mire). Este barrio es de lo más europeo que se puede encontrar en El Cairo, y es donde están la mayoría de embajadas, especialmente occidentales, y muchos hoteles. Podríamos decir que dentro de El Cairo esto es lo menos árabe, aunque dicha afirmación es un poco arriesgada, porque aquí en este país lo árabe absorbe a lo egipcio, y esto lo digo suponiendo que pudiésemos separar ambas definiciones.
Es un barrio tranquilo y poco popular, aunque reconozco que todo lo positivo que pueda decir de este barrio no tendrá ningún sentido para todo aquel que llegue al Cairo de turismo y cuya estancia estará siempre marcada por el tremendo choque cultural que existe para aquellos que aterricen por aquí.
Hay muchos locales de estilo europeo, las tiendas de decoración abundan, y hay más verde que en otras zonas, aunque el verde esté cubierto de polvo, o porquería.
Sólo por estar situada en este barrio una tienda automáticamente te dobla el precio, porque es un barrio que tradicionalmente ha estado habitado por muchos occidentales. Casi toda la parte sur de la isla está ocupada por un gran club social y deportivo en el que hay de todo, que lo tengo bien cerquita y al que espero apuntarme en breve para hacer deporte y pegarme un buen chapuzón ante las temperaturas que se avecinan.
El hecho de que el barrio sea "occidental" no cambia las costumbres Cairotas de dejar la basura amontonada en la calle, los portales penosos (excepto los pisos de 3000$/mes, que haberlos "haylos" y en cantidad), las aceras testimoniales y todo lo que os podáis imaginar en las calles escondidas, los callejones, sí, esos.
Policía hay de sobra, especialmente por los hoteles y embajadas, y calles hasta acordonadas los 365 días al año, que por tener cara de europeo (y yo la tengo?) se atraviesan sin ninguna pega para atajar.
La fauna sigue siendo la misma, un gato por cada 3 humanos, sueltos en las calles unos, y otros residiendo en los portales. El resto cuervos. El otro día una compañera (besos para Lupe) me escribió desde Sydney para preguntarme si me acordaba de los murciélagos tamaño cigüeña que hay por aquellos lares, sobrevolando por encima, especialmente al atardecer, y sí, así es, aunque lo tenía olvidado, fue de las cosas que más me chocó al llegar a mi bien recordada Brisbane (Australia), pero como nadie les echaba cuenta, pues te acostumbras. Pero aquí no hay de eso, aquí hay cuervos enormes en lugar de palomas. Y no te olvidas de ellos porque hacen ruido, y gracias a Hollywood, cada sonido de cuervo recuerda infaliblemente a una película de miedo, a un cementerio... o algo generalmente tenebroso... no es muy agradable la verdad.
Estar en una piscina "como un señor" tomando algo rodeado de gatos y cuervos intentando rescatar algunas sobras no sé si es agradable, pero cuanto menos es raro, extraño y diferente, no Alejandra? jajaja.
Bueno, al grano, que soy un pesado.
La casa donde tengo el placer de habitar en este año 2010 en El Cairo está aquí:

mapa satélite

Sobre el portal pues ahora veréis en las fotos. Esto es de lo más normal aquí. Sé que alguno se va a alarmar pero es lo que hay, tengo 3 porteros, jaja. Decir que el "bauab" es un señor muy estilo árabe que vive en un portal, con su chilaba, su turbante, y.. bueno, y etc.
Ahí en un agujero en la pared (veanse fotos), en el hueco del ascensor en desuso, o en cualquier "zulo" arañado al portal, hace su vida al completo. Este señor hace las veces de conserje, portero y sobre todo recoje la basura. A cambio recibe un módico salario que todos los vecinos pagamos religiosamente a fin de mes. Te lo puedes encontrar durmiendo en el suelo en un lado del portal, cocinando en una esquina, o limpiando el portal, que es algo así como la gota fría, mejor con botas de agua o te das un paseo, porque por agua que no sea.

Los vecinos del "condominio" dejamos la basura en las escaleras. como el bauab no es alemán ni sueco, pues puede tardar en recoger la basura unos cuantos días, así que bajar las escaleras del portal es muy divertido, entre latas de cocacola, de atún, botellas de agua o restos de fruta. Es más, como cada portal tiene una colonia de gatos asociada pues estos lindos felinos se alimentan de la basura que dejamos. Así, desde casa es normal escuchar ruidos en la escalera o detrás de tu puerta, que pueden ser debidos a:
1-un gato abriendo tu basura para cenar.
2-un gato en celo.
3-una tangana de gatos. Supongo que defendiendo su territorio o peleando por la cena. Esto es de lo más enriquecedor.
4-Todavía hay algunos expedientes X, inexplicables.

Otro dato a tener en cuenta de mi portal es que el ascensor está averiado. Vivo en un cuarto y mi única posibilidad es subir al séptimo y bajar las escaleras. Dado el lamentable estado del "ascensor" sobra decir que me voy a poner el culo más duro que el hormigón "armao". La puertecita del ascensor de mi planta está rota, sin el típico cristal de un ascensor antiguo. Es muy gracioso llegar a tu casa, a oscuras (no hace falta que comente nada de la luz del portal y su servicio eléctrico), escuchar algún ruidillo que ignoramos por asumir que es un gato, y cuando uno va a pasar justo delante del ascensor..... DIOSSSSSSSSSSSSSS
UNA MANO!!! Una mano que sale hacia fuera.
- Pero esto qué es? Aló????????
- Si si, señor señor
-Si???? Vaya susto
- Que nos hemos quedado encerrados en el ascensor, puede avisar a alguien?
-Sí hombre, cómo no. Estáis bien?
-Si si, de donde eres?
- De España...
-Ahhh, Fernando Torres, Iniesta.. ( qué típico) , Navas (lo que me faltaba...)
Y tras chacharear un poco, no me quedaba otra que...
-Os importa que os haga una foto? para que se os haga más corta la espera, ya sabéis de recuerdo y eso.
jejejeje, chicos, en el Cairo... ESO ES ASÍ!!!
Así que os cuelgo un par de fotillos de los chavales encerrados
atrapados

Y el resto del portal, escaleras y alrededores de casa, junto con un par de vistas desde la ventana (4o piso). Y no me preguntéis quién está asomado en mi ventana, me acabo de dar cuenta al colgar la foto. Quiero suponer que era la limpiadora... raro, muy raro
el portal

Un abrazoooooo

Lo mejor: No tener que bajar la basura, teniendo en cuenta que vivo en un cuarto sin ascensor (es esto bueno??)

Lo peor: Dejar una caja en la puerta de casa. escuchar un ruidito, si si, ruidito sutil... darle un toquecito con el pie por si acaso, y salir un gato feo de coj.. hecho un auténtico energúmeno al más puro estilo cómic preparado para atacar a aquel que osó despertarle de la siesta, uffffffffffffff. Verme contra la pared acorralado esperando a ver si el gato atacaba o lo dejaba estar... PRICELESS chicos, PRICELESS. Vaya susto, será posible...

Manolo, cómo disfrutarías por aquí con tanto gato!